Pareciera que las recetas más queridas
y emotivas de nuestra infancia nacen de manos de las abuelas, para muestra este
escrito de Karina Pugh, pareciera que lo hubiéramos vivido juntas…pues así
nació para mi el majarete…disfruten la historia de ella y la receta mía..
“Pasó el tiempo y un día le pedí a mi
abuela que me hiciera “majarete”, un postre celestial hecho de leche de coco y
harina de maíz, espolvoreado con canela en polvo, es, verdaderamente, una
reconciliación con la vida. Mi abuela me respondió – muy bien, yo te hago el
majarete, pero sólo lo haré una vez, te enseñaré a hacerlo y cuando yo me
antoje tú me lo haces- yo acepté de inmediato con la impaciencia de mis 10 años
y la boca hecha agua. Vi todo el proceso, la ayudé a exprimir el coco y me llené
de su aroma, cerní el azúcar, batí la pasta caliente de coco y maíz, descubrí
(con ojos desorbitados) cómo mi abuela le ponía a su dulce un punto de sal,
cuando le pregunté el motivo me respondió, sabia, que todo en la vida tiene su
contrario adentro, lo salado tiene dulce y lo dulce salado... "si esto no
es así, tu majarete no quedará como a ti te gusta", vi cómo sus manos
grandes y amorosas volteaban la pasta sobre un molde de corazón porque ese era
un postre de “amor” y miré a mi abuela, a mi dulce y bella abuela regalarme el
más maravilloso de los dones de los que disfruto, el amor por la cocina...
Fue allí, en la cocina de mi casa,
viendo a mi abuela cocinarme majarete cuando supe que estaría irremediablemente
embrujada por el calor afectivo y protector de la cocina... Pero ahora, aunque
haga el majarete idéntico, con su receta, no me queda igual, la nostalgia por
sus manos, por su risa discreta y por sus historias me hace pensar que son
estos ingredientes y no el coco ni la canela los que hacían de aquel postre un
verdadero prodigio. Y es una gran paradoja porque a mi abuela, que cocinaba con
buen gusto y elegancia, no le gustaba cocinar, ella era una jardinera de
vocación, la cocina era para ella un deber, pero lo hacía tan bien que todos
creímos siempre que era afición y no entrega. Así que recibí de ella un legado
que me dejó sin intención pero con mucha fuerza... Seguiré haciendo Majarete y
le contaré a mis nietos cómo mi abuela me dejaba destripar tomates y hacer
bombas de jabón.”
Ingredientes
Harina de maíz
Canela en rama y en polvo
2 latas de leche de coco
1 panela de papelón
Azúcar
Sal
Preparación
Se extrae la leche de coco licuando el
coco con agua caliente, luego se cuela y queda la che. Esa leche se pone a
cocinar, se le añade la harina, la canela en rama, el azúcar y la sal; dicha
mezcla se pone a cocinar a fuego medio durante 30 minutos, luego se sirve en un
molde cualquiera según su gusto, se rocía con canela en polvo y se deja cuajar
o a temperatura ambiente o en la nevera.
Fuente:
http://www.venezuelatuya.com/cocina/majaretecoco.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario