Ya
toca a su fin este mes de mayo y con él cerramos el mes de la tapa. Hemos
propuesto distintas recetas, hemos hablado de esa práctica App llamada
Wikitapas, hemos comentado las mejores tapas para comer sin culpa, y de las
distintas costumbres para las tapas según la geografía, en este post, en el que
casi 300 personas nos han contado cómo se tapea en su barrio. Si todavía no has
dicho la tuya, te animamos a que lo hagas: entre los participantes que opinen
antes de las 18h de hoy se sorteará una nevera de productos Arla, para que
invites a tus amigos y las tapas sean, por un día, en el salón de tu casa. No
se nos ocurre mejor forma de cerrar este mes que hablando sobre la cerveza,
esta antiquísima bebida de cereales que nos tomamos con los calamares y los
boquerones y que tanto ha dado que hablar, bueno y malo. Porque ¿la cerveza es
buena o mala? Una vez más la respuesta es: moderación. Pero analicemos con un
poco más de profundidad:
¿Qué contiene la cerveza?
Lúpulo El lúpulo es el responsable del sabor amargo
de la cerveza. La lupina es una planta trepadora a la que se atribuyen multitud
de propiedades medicinales, principalmente diuréticas y digestivas, pero
también afrodisíacas, aperitivas y sedantes. Se usa en la medicina oriental
para tratar problemas del sueño, ansiedad, infecciones urinarias, falta de
apetito…
Malta La malta proviene de la cebada. Se trata de
una bebida de alto poder nutritivo muy valorada por deportistas, enfermos y
madres durante la lactancia. Proporciona gran cantidad de hidratos de carbono,
minerales, ácidos orgánicos y vitaminas importantes para nuestra salud.
Levadura En el proceso de fermentación de la cebada se
obtiene también la levadura de cerveza, muy apreciada también por embarazadas o
personas con desórdenes alimenticios. La levadura de cerveza se comercializa
como complemento vitamínico para fortalecer pelo y uñas.
Agua Alrededor del 90% de la cerveza es agua. El
poder refrescante de la cerveza proviene de su contenido en agua. Con el calor
del verano se hace más necesario que nunca estar bien hidratados y la cerveza (especialmente
la cerveza sin alcohol) puede ser una buena aliada. Eso sí, ¡sin exagerar!
La
combinación de esos ingredientes da lugar a todo tipo de cervezas. Son los
ingredientes que se usaban ya hace 6000 años y los que se usan hoy en día.
Fabricar cerveza artesanal es relativamente sencillo y podemos encontrar gran
variedad de cervezas para degustar y disfrutar de esta nutritiva bebida.
Consumo moderado de cerveza
Un
informe del Centro de Información Cerveza y Salud, entidad de carácter
científico que investiga sobre los beneficios nutricionales de la cerveza dice
que posee propiedades antioxidantes, que retrasa el envejecimiento celular,
previene la osteoporosis con su aporte de silicio, aumenta el denominado
colesterol bueno, su mínimo contenido en sodio le proporciona un fuerte poder
diurético, facilita la digestión, estimula el apetito, retrasa la menopausia y
un largo etcétera de propiedades beneficiosas.
¿Qué
entendemos por consumo moderado? 250 cl para las mujeres y 500 para los
hombres. Un par de cañas al día no pueden hacer más que bien, siempre que se
trate de un individuo sano.
Consumo abusivo de cerveza
Pese
a sus numerosas virtudes, el consumo irresponsable de cerveza, como el de
cualquier bebida alcohólica, acarrea graves consecuencias para nuestro
organismo. Por un lado influye negativamente en el hígado, el corazón, la
sangre y el cerebro, degradando el estado de éstos hasta llegar a provocar
graves enfermedades. Además irrita estómago e intestino, provocando úlceras y
otros problemas del sistema digestivo. El consumo de alcohol también disminuye
nuestra capacidad de absorción de ciertas vitaminas y minerales, con los
problemas indirectos que conlleva esa carencia nutricional.
Cerveza y deporte, una sana
pareja
Ese
grupo de amigos que queda para jugar un partidito de fútbol el sábado por la
mañana y luego se va a tomar unas cañas al bar, sin saberlo está haciendo un
gran favor a su cuerpo. Por el deporte, como ya es sabido por todos, pero
también por la cerveza. Por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas del
grupo B, ácido fólico, fibra y agua, el consumo moderado de cerveza ( a poder
ser sin alcohol), nos ayuda a recuperar la energía e hidratación que nuestro
organismo necesita después de un esfuerzo físico. Esta bebida, tomada de forma
moderada “puede desempeñar un papel muy positivo en la dieta de muchos
deportistas de alta competición y para la gente de a pie”, explica el profesor
Jesús Román Martínez, de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense
de Madrid y portavoz del Centro de Información Cerveza y Salud.